miércoles, 22 de noviembre de 2017
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sábado, 4 de noviembre de 2017
Frixo
Frixo.
Uno
de los hijos de Atamante y Néfele. Tenía una hermana llamada Hele.
Ino,
la mujer de Atamante y madrastra de Hele y Frixo queriéndose deshacer de los
hijos de éste con Néfele ideó un engaño: persuadió a las mujeres del país para
que tostaran los granos de trigo destinados a la siembra. Cuando los hombres
sembraron el grano, nada brotó de la tierra. Amenazado el país por el hambre,
Atamante envió emisarios para que consultaran el oráculo de Apolo en Delfos.
Cuando
los emisarios regresaron, Ino los interceptó y los sobornó para que dijeran al
rey que los dioses exigían el sacrificio de los hijos de Néfele como ofrenda
para hacer crecer el trigo. El pueblo exigió el sacrificio como ofrenda para
hacer crecer el trigo.
Pero
unos dicen que fue su madre y otros cuentan que fue Zeus, les fue enviado un
carnero alado con vellocino de oro, que se los llevó y así los puso a salvo.
Cabalgando
el carnero, Frixo y Hele abandonaron Ocómeno y volaron hacia Oriente. Pero Hele
en cierto momento del viaje miró hacia abajo para ver el mar y al verse en las
alturas se mareó y cayó al agua. Su hermano llegó sano y salvo a la Cólquide.
El rey Eetes lo aceptó y le dio en matrimonio su hija Calcíope. Como retribución,
Frixo sacrificó el carnero a Zeus y ofreció el vellocino de oro al rey que lo
consagró a Ares y lo clavó en una encina de un bosque del dios.
domingo, 22 de octubre de 2017
Jasón y los argonautas
Jasón y los Argonautas.
Jasón nacido en Yolco, hijo
de Esón.
Unos cuentan que Esón a
quien pertenecía legítimamente el trono de Yolco, había sido despojado por su
hermanastro Pelias. Otros cuentan que Esón había confiado el poder a Pelias
hasta que su hijo hubiese alcanzado la mayoría de edad.
Jasón fue educado por el
centauro Quirón. Cuando se hizo mayor Jasón abandonó el monte Pelión, morada
del centauro y regresó a Yolco.
Vestía de forma extraña: se
cubría con una piel de pantera, llevaba una lanza en cada mano y tenía el pie
izquierdo descalzo. Así se presentó en la plaza pública de Yolco cuando su tío
Pelias se disponía a celebrar un sacrificio
A verlo, aunque no lo
reconoció, sintió miedo pues un oráculo le había aconsejado que desconfiase del
hombre que llevase un solo pie calzado
Jasón permaneció en casa de
su padre cinco días y otras tantas noches. Al sexto día, se presentó a Pelias,
y le reclamó el poder que legítimamente le pertenecía. Pelias le pidió entonces
que le trajese la piel del carnero que había transportado a Frixo por los
aires. Era un vellocino de oro que Eetes, rey de Colco, había consagrado a Ares
y estaba guardado por un dragón. Pelias creía que de esta forma Jasón no
volvería.
Barco y algunos
argonautas.
Jason solicitó la ayuda de
Argo y éste por consejo de Atenea construyó la nave Argos. Atenea talló la
pieza de proa con roble sagrado de Dodona y le dio el don de la palabra.
El número de los argonautas
era 50/55, entre todos algunos que destacan:
-
Jasón.
-
Argo,
hijo de Frixo y constructor de la nave
-
Orfeo:
músico tracio
-
Dos
hijos de Zeus y Leda: Castor y Polux.
Navegación.
La primera escala fue en la
isla de Lemnos. Cuando llegaron a la isla, en ella sólo había mujeres puesto
que habían dado muerte a todos los hombres. Los argonautas se unieron a ellas y
tuvieron hijos con ella.
Al partir de Lemnos, tras
haber parado en Samotracia, llegan a la isla de Cícico, país de los doliones,
donde el pueblo los recibió hospitalariamente y el rey los invitó a un banquete
dándole diversas pruebas de amistad.
A la noche siguiente, los
héroes se hicieron a la vela, pero tuvieron vientos contrarios y sin saberlo,
antes del alba, tomaron tierra de nuevo en la costa de los doliones. Los
habitantes que no se dieron cuenta de que eran los huéspedes de la víspera, los
tomaron por piratas pelasgos que iban a atacar su país. Lucharon entre ellos y
Jasón mató sin saberlo al rey Cícico que había ido en ayuda de su pueblo.
Cuando amaneció, ambos
bandos se dieron cuenta de su error. Jasón realizó los funerales del rey y
celebraron juegos en su honor. La esposa de Cicino rota por el dolor, se ahorcó
y las ninfas lloraron tanto por ellas que de sus lágrimas surgió una fuente que
tomo su nombre
Tras distintas aventuras,
llegan a la costa de Tracia, al país de Fineo. Este Fineo, era un adivino
ciego, hijo de Poseidón. Sobre él pesaba una maldición de los dioses: cada vez
que le ponían delante una mesa repleta de manjares, las Harpías (seres mitad
mujer, mitad aves) se precipitaban sobre las viandas, se comían algunas, se
llevaban otras y las que quedaban en la mesa acababan incomibles por la
suciedad que dejaban en ella.
Los argonautas pidieron a
Fineo que les informase acerca del resultado de su expedición, pero el adivino
no quiso responderles hasta que ellos les hubiesen liberado de las Harpías.
Estos le dijeron que se sentara en la mesa y las Harpías interrumpieron. Calais
y Zetes, hijos del dios Eolo (del viento), y seres alados, persiguieron a las
Harpías hasta agotarlas. Tras agotarlas, éstas prometieron que no volverían a
molestar al rey Fineo.
Fineo les vaticinó el futuro
y les avisa contra un peligro que no tardaría en amenazarles: las Rocas Azules
(Cianeas) que eran unos escollos flotantes que entrechocaban. Les dijo que para
saber si podrían pasar en medio de ellos, deberían hacer preceder una paloma.
Si esta logra salvar el obstáculo, podrán seguir, pero si los escollos se
cierran sobre el ave, es que la voluntad de los dioses no les era propicia.
Siguen su camino y al llegar
a las Rocas Azules, llamadas también Simplégades (rocas que entrechocan)
soltaron una paloma que logró flanquear el paso. Pero las peñas al cerrarse,
arrancaron las plumas más salientes de su cola.
Cuando las rocas volvieron a
su sitio, se lanzaron a cruzarlas. La nave salió sana y salva, pero la popa
quedó ligeramente averiada. Desde entonces las rocas permanecen inmóviles.
Llegada al
destino.
Llegaron tras muchas
aventuras a su destino, Jasón se presentó al rey Eetes y expuso el cargo que le
había confiado Pelias
El rey no se negó a
entregarles el vellocino, pero puso como condición que el héroe, sin ayuda de
nadie, había de poner el yugo a dos toros que despedían fuego por sus ollares y
que no conocían el yugo. Tras esto, debería trabajar un campo y sembrar los
dientes de un dragón.
Jasón no sabía cómo resolver
estos dos problemas y estaban pensando cuando Medea, hija del rey, que se había
enamorado de Jasón, acudió en su ayuda. Le hizo prometer que la tomaría por
esposa si gracias a ella superaba las pruebas y que la llevaría a Grecia. Jasón
se lo prometió.
Medea le dio un bálsamo
mágico con el que debería untar su escudo y su cuerpo antes de ir con los
toros. Este bálsamo lo haría invulnerable al hierro y al fuego y duraría un día
entero. Le reveló que los dientes del dragón harían brotar una hueste de
hombres armados que tratarían de matarlo. Él debería lanzar una piedra en el
centro de grupo. Estos se arrojarían unos sobre otros, culpándose mutuamente de
haber lanzado la piedra y morirían por sus propios golpes.
Así
prevenido, consiguió colocar a los toros bajo el yugo, uncirlos al arado y arar
y sembrar los dientes del dragón. Tras esto, se ocultó lejos de los hombres que
habían nacido de estos dientes y les lanzó piedras. Estos comenzaron a pelearse
entre sí y Jasón aprovechándose les dio muerte.
Eetes
no cumplió su prometo, sino que intentó incendiar Argos y asesinar a la
tripulación. Pero Jasón, guiado por Medea, se había apoderado del vellocino
gracias a que Medea había dormido al dragón y se habían fugado ya
Al
descubrir la huida de Jasón con la ayuda de su hija Medea, se lanzó en su
persecución. Medea, que lo había previsto, mató a su hermano Apsirto que la
acompañaba y dispersó sus miembros por el camino.
Eetes
perdió el tiempo recogiendo los miembros de su hijo y cuando hubo terminado, no
podía dar alcance a los fugitivos.
Zeus,
enojado por el asesinato de Apsirto, envió una tempestad que alejó el barco de
su ruta. El barco se puso a hablar y reveló la cólera de Zeus añadiendo que no
se aplacaría hasta que los argonautas hubiesen sido purificados por Circe, que
era la tía de Medea.
Tras
ser purificado, siguen su marcha y la nave pasa por el estrello de Caribdis y
Escila, y las islas errantes. Llegaron a Corcira, país de los fenicios, cuyo
rey era Alcínoo en él, encontraron a un grupo de colcos lanzados por Eetes y
pidieron a Alcínoo la entrega de Medea. El rey tras haber consultado con su
esposa Arete, respondió que accedería si después de ser examinada, se
comprobaba que Medea era virgen, pero si era ya la esposa de Jasón, debería
permanecer con él.
Arete
comunicó en secreto a Medea a decisión de Alcínoo y Jasón se apresuró a cumplir
la condición que había de salvar a Medea.
Llegan
a Creta y se encuentran a un gigante llamado Talos, una especie de monstruo
autómata construido por Hefesto y al que Minos había confiado la misión de
defender la isla contra cualquier desembarco. Arrancaba enormes rocas de la
orilla y las lanzaba contra los barcos que pasaban para alejarlos de la costa.
Daba la vuelta a la isla tres veces al día. Era invulnerable, pero tenía en el
tobillo, bajo una gruesa piel, una vena en la que radicaba su vida si esta
llegaba a abrir, Talos moriría. Medea lo venció con su magia, lo volvió furioso
enviándole visiones engañosas. El resultado fue que Talo se desgarró la vena
del tobillo contra una roca y murió en el acto.
Regreso a Yolcos.
Cuando
regresó con Medea, Jasón entregó el vellocino a Pelias.
Medea
causa la muerte de Pelias, persuadiendo a sus hijas de que lo hirvieran en un
caldero bajo pretexto de rejuvenecerlo. Todas las hijas, menos una,
participaron en el asesinato.
Por
esta muerte, Jasón y Medea fueron expulsados de Yolco y se refugiaron en
Corinto.
Tras
diez años en Corinto, Jasón se cansó de Medea y se prometió con Glauco Medea
tomó por testigos a los dioses ante los cuales Jasón le había jurado en otro
tiempo fidelidad y envió a Glauco como regalo un vestido nupcial que introdujo
en sus venas un fuego abrasador
Este
fuego también afectó a Creonte y se encendió todo el palacio, mientras Medea
mataba a los hijos que había tenido de Jasón y huía luego montada en un carro
maravilloso regalo de dios Sol.
martes, 3 de octubre de 2017
Bienvenidos
Al blog de aula de Cultura clásica. Os hago este blog con la intención de que os sea útil para el estudio de esta asignatura.
Ojo, esto no quita que no tengáis que trabajarla ni estudiarla, pero sí será o intentará ser un apoyo para vosotros.
¿Qué colgaré aquí? En este blog colgaré los mitos que hayamos visto en clase, tanto los explicados por mí como los expuestos por vosotros.
Ala, chicos a estudiar un ratito
María
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